La primera comunión es un hecho muy importante en la vida de un católico joven. Ocurre cuando tiene más o menos once o doce años, y es un resultado de varios meses de enseñanza de las tradiciones y ritos de la iglesia católic, lecciones dadas por el sacerdote, por supuesto. En un sentido cultural, la primera comunión es uno de los primeros pasos a la madurez.