El monumento es, evidentemente, un lugar determinado en una de las naves de la iglesia de extrema reverencia e importancia. Según la descripción de la novela, la representación consiste en un crucifijo de metal que está cubierto de lienzo de color violeta, el color que representa la pasión de Jesús Cristo. La gente entra en esta nave, se acerca al monumento, y besa la base en que está acostada la cruz. Es un momento para Paco de misterio e introspección.